Mi niña, con mucha frecuencia, por no decir cada día, pierde algo, sobre todo las llaves de su armario, donde guarda sus tesoros y el monedero.
Ayy su monedero, donde tiene el dinerito, como dice ella.
Cada mañana, después de la rutina del desayuno y ducha, muchas veces, se pone a ordenar, desordenadamente sus cosas, y entonces se le ocurre, que su monedero estaría mejor, enrolladito en una suave gamuza. Y lo guarda donde ya la memoria no le permite recordar
Y entonces comienza un periplo por toda la habitación, buscando algo que no recuerda que es. Seguir leyendo «JUGAMOS AL ESCONDITE?»